La miel Pura tiene propiedades antibacterianas, antivirales y antibióticas comprobadas.
La miel se cristaliza naturalmente con el tiempo, debido a que su contenido de agua interactúa con la glucosa. Si preferís miel cristalizada, hay varios pasos que podés seguir para acelerar el proceso. Primero, usá miel sin filtrar almacenada en un envase de plástico. Segundo, realizalo a baja temperatura y añadí un poco de agua. Cuando la miel empiece a cristalizarse, podrás usarla como untable para panes, carne y para endulzar bebidas como el café y té.
Comprá miel sin filtrar. Pase el tiempo que pase y sea cual sea la temperatura en que esté almacenada, la miel procesada o alterada no se cristaliza. Solo la miel cruda y sin filtrar puede hacerlo.
La miel sin filtrar te va a costar un poco más, pero es la única manera de poder cristalizarla.
Almacená la miel en un recipiente o frasco de plástico. La exposición al aire puede cristalizarla más rápido.
¿Cómo Cristalizar la miel?
Agregale agua. Una proporción baja de glucosa por agua, acelera el proceso de cristalización. Añadí una o dos cucharadas de agua a la miel y realizá la mezcla.
Almacená la miel en el refrigerador. Si la conservás a temperaturas cercanas a los 10 °C (50 °F) se cristaliza mucho más rápido. No congeles la miel.
Esperá a que la miel se cristalice. No hay una fórmula exacta para saber cuánto tiempo tarda la miel en cristalizarse. Al mantenerse a la temperatura correcta, la mayoría de las mieles lo hacen. Podría suceder en un periodo de semanas, hasta años. Cuando eso ocurra, verás que la miel se ha convertido en cristales grandes y que hay burbujas de aire blancas entre ellas.
El último paso será transferir pequeñas cantidades de miel cristalizada a una miel líquida. La presencia de cristales de miel puede acelerar el proceso de cristalización y tarea terminada.
Para saber si la miel es pura o está procesada, debés realizar una prueba que es muy simple. Encendé un fósforo e intentá quemar un poco de miel. Si ves que se enciende y se quema, es pura. La impura o de poca calidad contiene agua y ésta impide que arda. Si tenés yodo en casa, tomá un poco de miel, mezclala con agua y agrégale unas gotas de yodo, si la solución queda de color azul, se trata de miel adulterada con harina o almidón. Otra alternativa y muy práctica, consiste en sumergir un trozo de pan viejo y duro en miel. Si al cabo de 10 minutos el pan continúa endurecido, verificarás que es pura. Si hay mucha agua en la miel, el pan se ablandará.
Breve Historia de la Miel
Desde sus orígenes el hombre ha explorado los elementos de la naturaleza. Algunos de los registros más antiguos datan de España, en las cuevas de Altamira y las Cuevas de la Araña (Bircorp, Valencia, España). En la primera de ellas (Altamira) se encontraron pinturas rupestres de finales de la Edad de Hielo (15.000 o 10.000 a. C.) y en Valencia las figuras datan de 7.000 años a. C. En ambas cuevas se nota cómo varios hombres recolectan miel de los árboles.
La miel también formaba parte de la dieta mediterránea desde la época de los egipcios. Se dice incluso, que embalsamaban a sus muertos con este alimento, para que el cuerpo se conservara de la descomposición por más tiempo. También conocemos que los egipcios usaban la miel para conservar la carne en sus expediciones, gracias a los amplios registros en los papiros encontrados.
La Revista Nature, en una publicación del año 2015, relata que existen indicios del uso de la miel desde el Reino Antiguo (Egipto, 2.400 a. C., aproximadamente) pasando por comunidades que la usaban en la Edad de Piedra, y en el Holoceno prehistórico. Además empleaban otros productos de las colmenas como la cera para recubrir la cerámica. Este hallazgo se determinó al encontrar el componente químico de la cera en las cerámicas, en más de 150 yacimientos arqueológicos en gran parte de Europa.
¿Qué es la miel y cómo está Compuesta?
La miel se produce mediante la transformación del néctar que las abejas liban (absorben) de las flores. El néctar en su mayor parte es un azúcar de origen vegetal, pero es transformado por un animal, la abeja, para crear la miel que tanto nos gusta.
La composición de la miel es más compleja de lo que pensamos. Está formada por hidratos de carbono (como la glucosa, la fructosa o la sacarosa), agua, oligoelementos, partículas de cera y granos de polen en suspensión de diferentes flores.
La microscopía óptica muestra una serie de características que definen las distintas clases de polen. El análisis más básico para clasificar una miel es el conteo de los granos de polen, éstos delatan a las flores donde han estado libando las abejas, ya que se quedan impregnados es su cuerpo.
Alternativa Fractal
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La cuchara de la miel o palito mielero ha generado a lo largo de los años, muchas preguntas acerca de su uso correcto. Según el lugar en el mundo en donde te encuentres podrás nombrar a este utensilio tan particular: Cuchara de miel, palito mielero, recogemiel de madera. Honey dipper en inglés. Cuillère á miel en francés. Honiglöffel en alemán. Sus ranuras hacen que la miel se enrolle en la cuchara y no gotee, además esta forma ayuda a dosificar la cantidad exacta de miel a utilizar. Mientras se dé vueltas a la cuchara, la miel no gotea. Cuando queremos llevar la miel hacia nuestra comida o bebida favorita, basta con dejar de dar vueltas a la cuchara. Con respecto a los materiales utilizados para la cuchara mielera, abundan las de madera (madera de pino, olivo o boj), algunas de plástico, y otras de acero inoxidable. Hay para todos los gustos.