La gran protagonista de este inicio de año (2023), está siendo, sin duda, la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés). La gran popularidad de ChatGPT, el bot desarrollado por OpenAI que es capaz de mantener conversaciones dinámicas, ha vuelto a poner el aprendizaje automático en boca de todos.
El gran potencial que ofrece esta tecnología, su precisión y capacidad de interacción, ponen sobre la mesa el debate sobre si la AI podría terminar sustituyendo al ser humano.
En las empresas tecnológicas se sabe muy bien, que detrás de una gran máquina es necesario un gran Equipo Humano. No se trata de que las máquinas reemplacen la inteligencia humana, sino de que el mejor talento humano lidere esa revolución tecnológica.
Ese talento, con un conocimiento profundo en AI, sustituirá al que no lo tenga, pero seguirá siendo necesario. Tal y como afirma Boston Consulting Group (BCG), “hacer que la AI funcione requiere focalización y disciplina, y un enfoque en las habilidades humanas y en la tecnología”.
Podemos combinar una i(A) con un realizador humano y obtener una serie de podcasts que nos cuenten diversas historias o situaciones.
Otras aplicaciones de la i(A) que son muy valiosas y mejoran el sistema
La inteligencia artificial no es algo nuevo en la industria de los viajes. Por ejemplo, en los principales aeropuertos del mundo ya existen tecnologías volcadas en la gestión del tráfico o que aplican el reconocimiento facial para acelerar los embarques, así como la localización de grupos para prever aglomeraciones o, a raíz de la pandemia, la toma de temperatura a distancia para evitar contagios.
Las compañías que más invierten en (AI) obtienen un impacto positivo en sus resultados